VIAJE PARROQUIAL A LA VALL DE BOÍ.
El fin se semana del 27 al 29 de octubre, las parroquias de Sta. María de la Esperanza y de Doniantzu, de Zizur Mayor, y El Corazón de Jesús de Pamplona, llevamos a cabo la tradicional excursión de principio de curso que cada año organiza la “Escuela de padres” de la parroquia de Zizur.
Este año el destino era la Vall de Boí en el Pirineo catalán para conocer el conjunto románico de ese valle y aprovechar para asomarnos al Parque Nacional de Aigüestortes y lago San Mauricio, en pleno pirineo.
Tras las consabidas bromas del pasaporte, 32 feligreses de ambas parroquias, acompañados por el párroco D. Miguel Garisoain, nos pusimos en camino al valle leridano, a dónde llegamos pasadas las diez de la noche, una hora perfecta para dar buena cuenta de una excelente cena en el hotel Manantial de Caldes de Boí.
El sábado se presentaba interesante, con la visita guiada a cinco preciosas iglesias románicas. Y a las nueve de la mañana, allí estaba nuestra guía para el fin de semana, Encarna, una joven del vecino valle de Arán que, al transcurrir del día, se fue convirtiendo en una más del grupo por su simpatía.
Primera visita, Santa Eulalia de Erill la Vall, típico ejemplo de este estilo románico, con una esbelta torre de 23 metros de altura que permitió contemplar unas preciosas vistas del entorno a quienes se animaron a subir hasta las campanas.
Visita al Centro de Interpretación del románico del valle, donde disfrutamos de varios documentales interesantísimos, y llegada a la curiosa iglesia de San Juan de Boí. Explicación de Encarna, fotos, subida al campanario y camino de Barruera, centro administrativo del valle, donde visitamos la iglesia de San Feliú. Tras esta visita, relajación y aperitivo al tibio sol de mediodía, confraternización y buen humor entre todos mientras se hacía tiempo para la comida.
A las cuatro y cuarto de la tarde, un video mapping en la conocida San Climent de Taull nos permitió “ver” las pinturas tal y como eran el día en que se consagró la iglesia un 10 de diciembre de 1123, pinturas originales que junto a las de San Juan de Boí y Sta. María de Taull se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona. Y de San Climent, un paseo por las empedradas calles de Taull nos acercó a la, en mi opinión, joya de la corona, la preciosa iglesia de Sta. María dónde, por cierto, tuvimos la inmensa fortuna de asistir a la Santa Misa que celebró nuestro párroco.
Tras un buen rato callejeando por las deliciosas calles de Taull, o disfrutando de una refrescante cerveza, regreso al hotel, agradable conversación en sus acogedores salones, cena y descanso.
El domingo amaneció un día espléndido, con un cielo azul como solo se ve en las cumbres de las montañas. Después de oír Misa en una capilla barroca aledaña al hotel y celebrada por D. Miguel, nos quedaba el paseo por el Parque Nacional de Aigüestortes. Esta vez nos guiaban Encarna y María, dividiendo el grupo. Un agradable paseo entre sol, agua, pinos negros, abetos, rododendros y gnomos puso el colofón perfecto a un fin de semana inolvidable.