VIVE Y REINA POR LOS SIGLOS

Vive y reina por los siglos.

“Nos extraña que Jesucristo afirme: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra, y los hombres sigan matándose unos a otros, mintiendo, robando… ¿Dónde está ese poder? ¿Por qué no lo ejerce para frenar el ascenso del mal?

Son preguntas envenenadas. Llevan el veneno de la arrogancia, por la que el hombre osa pedirle cuentas a Dios. Pero la Ascensión de Cristo a lo alto del cielo es una llamada a la humildad y a la confianza por parte del hombre.

Leído con humildad, el pasaje es muy revelador. Ese poder del que Cristo habla comienza a ejercerlo segundos después de haberlo proclamado. Y promulga su primer decreto: Id y haced discípulos de todos los pueblos. Quizá si, en lugar de pedir cuentas al Rey, pusiéramos por obra cuanto nos ha mandado, habría menos injusticias.

En cuanto a su forma de ejercer el poder, leamos: He aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Es su Espíritu el que, entrando en las almas en gracia, quiere gobernarnos por dentro cada día para prepararnos a ese fin del mundo, en el que el propio Jesús volverá glorioso. Entonces hará justicia”. (Padre Fernando Rey)