Vosotros sois la luz del mundo

”Vosotros sois la luz del mundo”… nos dice hoy el Señor.

“¿Qué es el apostolado cristiano? Te diré, primeramente, lo que no es: no es el arte de la predicación para laicos. Dios no te pide que te subas al congelador del supermercado para anunciar el fin del mundo a quienes están comprando guisantes. Tampoco es el arte de la insistencia machacona. Dios no te pide que seas pesado ni cargante a la hora de anunciar su Reino. Tampoco es el esfuerzo titánico para vencer respetos humanos. Dios no te pide que conviertas el apostolado en constante ejercicio de salto de obstáculos interiores y exteriores.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre. Eso es el apostolado cristiano: en primer lugar, llenarse de luz, es decir, de amor a Jesucristo. En segundo lugar, no temer al mundo, ni escapar de él; antes bien, debes tener vida social, y vivir entre quienes no creen en Dios. En tercer lugar, ser, en medio de ellos, muy natural y muy santo: amarlos mucho, sonreír siempre, perdonarlo todo… Y, cuando se tercie, hablar de Dios con sencillez y amor de enamorado. Si es al oído, mucho mejor que desde el congelador del supermercado.”