LA CUARESMA: CAMINO COMUNITARIO
Querida familia parroquial, el miércoles de ceniza escuchábamos la profecía de Joel que decía: “Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno santo, convocad a la asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos; congregad a los muchachos y a los niños de pecho…” es hermoso ver como la conversión es personal pero tiene una indudable dimensión comunitaria. Que yo vuelva al Señor es un bien para mí, cierto, pero lo es también para mi familia y pueblo. Animémonos unos a otros en este camino cuaresmal hacia la Pascua. Recuerdo como el Papa Benedicto XVI decía que la limosna es fijarse por el bien “total” del hermano.
“El «fijarse» en el hermano comprende además la solicitud por su bien espiritual. Y aquí deseo recordar un aspecto de la vida cristiana que a mi parecer ha caído en el olvido: la corrección fraterna con vistas a la salvación eterna. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos. No era así en la Iglesia de los primeros tiempos y en las comunidades verdaderamente maduras en la fe, en las que las personas no sólo se interesaban por la salud corporal del hermano, sino también por la de su alma, por su destino último.
En nuestro mundo impregnado de individualismo, es necesario que se redescubra la importancia de la corrección fraterna (movidos por la caridad), para caminar juntos hacia la santidad.”
Feliz y santa cuaresma a todos!