Querida familia parroquial, todo este mes de mayo está repleto de celebraciones gozosas. Adelantándonos a la cosecha del cereal, nos toca recoger los frutos de lo sembrado estos últimos cursos de catequesis. Primero fueron las confirmaciones, 27 jóvenes de la parroquia se abrieron al Don del Amor de Dios, el Espíritu Santo; desde el fin de semana pasado se vienen celebrando las primeras comuniones de más de 50 niños. También este mes ha sido salpicado de bautizos. Hermosos frutos, anticipo de futuras cosechas…Elevamos una acción de gracias a Dios por tanta misericordia y a todos los que de una manera u otra habéis participado de este trabajo orquestal (catequistas, padres, curas…) gracias.
Todo don es tarea. Todo don es responsabilidad. ¿Dónde queda nuestro bautismo, dónde el don del Espíritu Santo, dónde el Pan de la Eucaristía…? Cuantos talentos recibidos y tristemente muchas veces enterrados.
En su retiro forzoso en la isla de Santa Elena, le hicieron la siguiente pregunta: – Emperador, de todos los días de su vida, (victorias multiples, batallas ganadas, coronación como emperador…), ¿cuál ha sido el día más feliz de su vida? – A lo que contestó Napoleón: – El día de mi primera comunión.
Dios quiera que no tengamos que llegar a nuestros últimos días para reconocer los dones recibidos. Celebremos que la Vida que nos comunica Dios por los sacramentos es incomparablemente el mayor bien que hemos recibido y recibiremos en esta vida. Con el cariño de siempre, vuestro párroco+