Catequesis del Papa Francisco (1ª parte)
· Espíritu Santo constituye el alma, la savia vital de la Iglesia y de cada cristiano: es el Amor de Dios que hace de nuestro corazón su morada y entra en comunión con nosotros.
· El Espíritu Santo siempre está en nosotros, en nuestro corazón.
· El Espíritu mismo es "el don de Dios" por excelencia (cf. Jn 4, 10), es un regalo de Dios, y, a su vez, comunica diversos dones espirituales a quien lo acoge. La Iglesia enumera siete, número que simbólicamente significa plenitud, totalidad. Los invocamos en la antigua oración llamada "Secuencia del Espíritu Santo".
· Los dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
· Sabiduría. Es la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios. Es sencillamente esto: es ver el mundo, ver las situaciones, las ocasiones, los problemas, todo, con los ojos de Dios. Algunas veces vemos las cosas según nuestro gusto o según la situación de nuestro corazón, con amor o con odio, con envidia… No, esto no es el ojo de Dios. La sabiduría de Dios nos enseña a mirar con los ojos de Dios, a sentir con el corazón de Dios, a hablar con las palabras de Dios.
· Inteligencia. Es una gracia que solo el Espíritu Santo puede infundir y que suscita en el cristiano la capacidad de ir más allá del aspecto externo de la realidad y escrutar las profundidades del pensamiento de Dios y de su diseño de salvación.